Integración del equipamiento audiovisual de 3.700 metros cuadrados de proyección.
El Museo Nacional de Catar cuenta con una superficie de 40.000 m2 y una irregular morfología inspirada en la rosa del desierto, diseño que fue propuesto por el arquitecto francés Jean Nouvel.
Ofrecce un recorrido de un kilómetro y medio, alojando más 3.700 m2 de proyección en paredes y techo, acompañadas de audio inmersivo y funciones interactivas que permiten mantener la atención del visitante. Se usaron más de 120 proyectores con 10.000 lúmenes, alta resolución de 5.120 x 3.200 píxeles y distribución de vídeo a través de 3G-SDI, unidos a diversas ópticas para llegar a cubrir todos los recovecos del museo.
Un videowall interactivo permite al visitante participar en el contenido de la exposición con un panel de tres metros con 32 puntos táctiles. En otras salas se incluyeron numerosos sensores para captar la posición o el movimiento de los visitantes, obteniendo así proyecciones y audios interactivos.
El museo dispone de un sistema de control único completamente centralizado y con el cual es posible controlar de forma remota todo equipamiento audiovisual del museo, contando éste con un total de 154 proyectores, 27 experiencias interactivas y más de 300 altavoces.
Creatividad
La innovación en este proyecto radica en el fuerte componente cooperativo que existió entre el equipo tecnológico y el equipo de arquitectura. Sin duda, el mayor reto del proyecto fue el hecho de adaptar todo el equipamiento a la irregular morfología del museo, lo cual convirtió este trabajo en una instalación fuera de los estándares habituales en la cual se buscaba una sensación inmersiva a todos los niveles.