Sustitución de 8 gárgolas de piedra para una torre gótica del siglo XIII.
La torre gótica del siglo XIII de Alcañiz albergó a varios compromisarios y parlamentarios representantes de la Corona de Aragón en 1410, cuando hubo que escoger un sucesor para el rey Martín el Humano, fallecido sin descendencia. Al artista se le encargó sustituir tres de las ocho gárgolas que coronaban la torre, a 43 metros de altura por su avanzado deterioro, que suponía peligro de desprendimiento. Como apenas se conservaba documentación de las gárgolas originales y los restos apenas revelaban unos pocos elementos, se optó por sustituirlas por tres esculturas de arte contemporáneo. Un trabajo desarrollado en equipo entre el arquitecto y el artista.
Las gárgolas constituyen una creación a la vez funcional y simbólica. Como desarrollo técnico permiten que el agua no caiga sobre los muros, protegiendo a la piedra. Junto a esta función, se dotaron de una estética monstruosa con el objetivo de asustar a los pecadores. El diseño fue fiel a este objetivo simbólico con figuras grotescas